SOCIEDAD › LA CAMARA DE DIPUTADOS APROBO EL PROYECTO QUE AGRAVA PENAS EN CASOS DE VIOLENCIA DE GENERO
El femicidio ya tiene media sanción
La
iniciativa fue apoyada por 204 diputados, con una sola abstención y
ningún voto en contra. Incorpora al Código Penal la figura del
femicidio, aunque no se incluye el término. Prevé penas mayores si en un
crimen media la violencia machista.
Por Emilio Ruchansky
La
incorporación al Código Penal de los delitos en los que media la
violencia de género y los crímenes de odio contra gays, lesbianas y
personas trans obtuvo ayer media sanción en la Cámara de Diputados de la
Nación. La iniciativa consiguió un respaldo total, 204 votos a favor y
una abstención, y plantea agravantes que llevan las penas a prisión o
reclusión perpetua a homicidios que solían atribuirse “a los celos y se
definían como crímenes pasionales o de emoción violenta”, remarcó la
diputada oficialista Silvia Risko. Durante el debate hubo coincidencia
sobre la necesidad de acciones preventivas desde el Estado porque la
respuesta penal llega siempre tarde, cuando ya ocurrió la muerte. “Lo
que sigue es quitarles la patria potestad a los hombres que hayan matado
a sus parejas”, propuso la diputada radical María Luisa Storani.
La
iniciativa comenzó a tratarse ayer a las 19, luego de una peleada
sesión por el articulado de la ley de reforma política. El diputado del
Frente para la Victoria y titular de la Comisión de Legislación Penal,
Oscar Albrieu, arrancó el debate marcando tres tipos de “femicidios”,
aunque esa palabra no aparece en el proyecto: el íntimo o perpetrado por
un conocido; el público, en el caso del asesinato motivado por el
género, y el vincular, cuando “se mata a un familiar para castigar a la
mujer”.
En el primer
caso, se pena con perpetua “al que matare a su ascendiente,
descendiente, cónyuge, o a la persona con quien mantenga, haya
mantenido, o haya infructuosamente pretendido iniciar una relación de
pareja”. Hubo, tras la votación, un intento del diputado del PRO
Federico Pinedo de incluir la palabra “estable” cuando se habla de
pareja y fue descartado con abucheos. Tampoco se toma en cuenta si hubo o
no convivencia al imponer la pena. Además, se incluyen como agravantes:
“Placer, codicia, odio racial, religioso, de género o a la orientación
sexual, identidad de género o su expresión”.
El
tipo penal es amplio en el segundo caso descripto por Albrieu, ya que
se considera “un crimen hacia una mujer cuando el hecho sea perpetrado
por un hombre y mediare violencia de género”. El asesinato de un
familiar “para causar daño psicológico” a una pareja o ex pareja también
se considera agravante. Había sólo 79 presentes cuando este diputado
terminó su exposición. “Es evidente que algunas reformas son más
atractivas que otras para algunos legisladores, aunque ameriten nuestra
atención”, dijo al respecto Risko, en medio de los aplausos de los pocos
presentes.
“La mujer
no es propiedad de nadie, de ningún hombre. Puede que a cualquier
víctima la haya matado la última trompada, pero seguramente antes vivía
en la indiferencia. Por eso es necesario que se implementen recursos
para las políticas de prevención”, exigió esta diputada, titular de la
otra la comisión que intervino: Familia, Mujer, Niñez y Adolescencia. La
diputada del Frente Amplio Progresista Victoria Donda coincidió con el
diagnóstico y sumó otra crítica: “Cada vez que hablamos de problemática
de género nos dan un minuto y medio para exponer, no me parece casual”.
El
poco tiempo se debió a la rigidez del nuevo presidente de la Cámara,
Julián Domínguez: el debate anterior había durado seis horas. Donda leyó
las cifras obtenidas de la prensa por la Asociación Casa del Encuentro:
“En 2009 hubo 231 femicidios, 68 eran ex parejas, novios o esposos y
existía denuncia policial previa. En 2010 fueron 260 muertes y 282 en
2011”. El diputado del GEN Gerardo Milman, uno de los autores de los 15
proyectos que se presentaron en comisiones, señaló que esta reforma va a
permitir hacer estadísticas con casos “que antes eran invisibles para
la Justicia”. Laura Alonso, del PRO, evaluó que la inclusión del
femicidio es un reflejo de la desigualdad imperante. “Voy a celebrar el
día en que deroguemos esto porque habrán triunfado el respeto por la
mujer y las libertades individuales”, dijo. Durante el debate se
mencionó la cosificación sexual palpable en la televisión y la tardía
incorporación de la posibilidad del ligamiento de trompas de Falopio,
recién en 2006, como signos de la opresión sobre el cuerpo de las
mujeres. “Y también hay que discutir otra violencia, la de la
prohibición del aborto”, arrimó Jorge Cardelli, de Proyecto Sur.
Por
otra parte, varios legisladores oficialistas y de la oposición
reclamaron fondos para implementar el Plan Nacional integral para la
erradicación de la violencia de género, aprobado en 2009. También hubo
un reconocimiento de Carlos Comi, diputado de la Coalición Cívica, a las
organizaciones sociales que impulsaron el debate. “Ojalá los diarios y
la televisión nos den tanto espacio como a los hechos de violencia que
ocurren a las mujeres, como el caso de Wanda Taddei”, agregó.
Luego
de dos horas de debate, a las 21, hubo quórum. El clima era de tanto
acuerdo que el jefe de la bancada oficialista, Agustín Rossi, consiguió
media hora después que se votara el proyecto en general y en particular
de una sola vez.
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