Marcelo Tomaselli, acusado de matar a cuchillazos, el sábado, a su esposa de 18 años, después de que ella lo liberara de la prisión a través de un “perdón” por haberla violado, se negó a declarar ayer ante la Justicia de General Pico, La Pampa, aunque mientras se retiraba afirmó: “Por algo la maté”.
Uno de los dos jueces que autorizó su excarcelación, Gustavo Jensen, expresó: “Los jueces somos seres humanos y nos equivocamos”. El fiscal general Carlos Salinas no estuvo de acuerdo. “Los sistemas fallan en las personas que los aplican”, disparó ayer, mientras que diputados provinciales anunciaban que pedirán juicio político a los dos funcionarios judiciales. En tanto, mujeres indignadas marcharon a los Tribunales de Santa Rosa.
Tomaselli, de 26 años, es investigado por el asesinato de Carla Figueroa, madre de su hijo de 2 años. “El imputado utilizó su derecho a no declarar, seguramente por consejo de su nuevo abogado”, explicó el fiscal que lleva la causa, Alejandro Gilardenghi. Mañana, adelantó, se realizará la audiencia de formalización de la investigación en la que se dará a conocer a Tomaselli la carátula penal preliminar por la que se lo acusa, que “seguramente sea la de Homicidio Agravado por el Vínculo”. Además, se pedirá la prisión preventiva y medidas de prueba.
El Código Penal, detalló el fiscal a este diario, contempla como agravante que el homicida sea ascendiente, descendiente o cónyuge de la víctima. Mientras que el homicidio simple tiene una pena de 8 a 25 años, la de agravado es de prisión perpetua. El matrimonio del acusado con la víctima tuvo lugar los primeros días de diciembre. La Justicia accedió al pedido de avenimiento, cuando Figueroa se avino a perdonarle que la hubiera violado y se casara con él y, de ese modo, permitir su libertad. Siete días después, la asesinaba a puñaladas.
Soledad Reynoso (33), hermana de la víctima, contó ayer que cuando ella tenía unos 14 años, su madre formó pareja con Carlos Figueroa, con quien tuvo una hija, Carla. Al poco tiempo, Carlos mató a su mamá, dejando a la pequeña y a otro hermano bajo cuidado de ella y una abuela. Por medio de Facebook, expresó que su padrastro las dejó “en la más horrible situación”. “Yo sufrí hambre, tristeza, hasta me duele el alma. Crecimos a los golpes, sin tener infancia, junto a mis hermanos. La historia se volvió a repetir: mató a mi hermana dejando a su hijo sin amparo”.
Tras salir de la instancia de declaración, Tomaselli aseguró a medios locales: “Por algo la maté”. Gilardenghi, consultado por este diario, señaló que es apresurado determinar el móvil todavía, pero aseguró que el acusado “está muy comprometido”. “Pudo referirse a que estuvo ocho meses preso, donde es probable que no la haya pasado bien y, entonces, sienta resentimiento”, evaluó. El matrimonio se realizó el 28 de noviembre último. Tomaselli salió de la cárcel por votación de dos jueces, Carlos Flores y el presidente del Tribunal, Adolfo Jensen, que actuó para desempatar. “No fue acertado, sería necio decir lo contrario”, sostuvo Jensen. “Cuando ocurren sucesos así todos debemos hacer una autocrítica porque algo falla en el sistema. Los jueces somos humanos y nos equivocamos”, expresó.
El fiscal general de General Pico, Carlos Salinas, consideró que los dos magistrados “si tuvieran dignidad tendrían que renunciar”. Explicó que “el avenimiento no es un derecho, como la libertad condicional, si no que es un caso excepcional” y acusó que Jensen ni siquiera se entrevistó en persona con la víctima de violación. “Los sistemas fallan en las personas que los aplican.”
http://www.pagina12.com.ar/diario/sociedad/3-183262-2011-12-13.html 13-12-11
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