de Paula Inchaurraga, el miércoles, 27 de junio de 2012 a la(s) 20:29 ·
Condenaron a perpetua a Marcelo Tomaselli, quien fuera el esposo, el violador y el asesino de Carla Figueroa. ¿Qué ocurre con los jueces?. La violencia es una conducta aprendida y enseñada. La desprotección de la victima
El juicio
Marcelo Tomaselli, el hombre acusado de haber asesinado a puñaladas a su esposa cuando salió de prisión luego de que ella lo perdonara por violarla, fue condenado hoy a prisión perpetua por homicidio agravado por el vínculo por la Justicia de General Pico, La Pampa.
El tribunal de audiencia de General Pico falló en favor de lo requerido por el fiscal del juicio, Alejandro Gilardenghi, y rechazó el pedido de la defensa de Tomaselli (26), quien alegó que el crimen de Carla Figueroa (22) lo había cometido en estado de "emoción violenta".
Los jueces Florentino Rubio, Fabricio Losi y Juan Alberto Abraham consideraron a Tomaselli autor de homicidio calificado por el vínculo y le aplicaron la pena máxima prevista en el Código Penal: prisión perpetua.
Por su parte el fiscal del caso, Gilardenghi, se manifestó "conforme" con el fallo, ya que el tribunal dio crédito a la posición del ministerio público.
"Este es un caso que seguramente va a sentar precedente en las cuestiones que tienen que ver con las perspectivas de género y que han motivado incluso la derogación de una figura como la del avenimiento", expresó el fiscal, quien consideró además que el crimen de Figueroa va a marcar "un antes y un después" para la Justicia.
El asesinato de carla fue cometido el 10 de diciembre de 2011 en la casa de la madre de Tomaselli y frente al hijo de 3 años de la pareja.
Antes de las puñaladas
Es importante remarcar, que el caso se había iniciado meses antes, en abril del 2011, cuando Tomaselli pasó a buscar a su pareja por su trabajo con la excusa de conversar e intentar recuperar la relación entre ambos, que había finalizado, oportunidad en la que la llevó hasta un descampado y la violó.
La mujer lo denunció y él fue detenido, y mientras estuvo preso la victima lo visitó a diario en la prisión, le llevó ropa limpia y alimentos.
El 2 de diciembre de 2011 la victima se casó cuando Tomaselli aún estaba preso y, poco después, él fue liberado en base a la figura penal del "avenimiento", ya que argumentó que su esposa lo había perdonado y quería volver a vivir con él.
Los jueces Carlos Flores y Adolfo Jensen -con el disenso del magistrado Pablo Balaguer- hicieron lugar al planteo y Tomaselli quedó en libertad el 4 de diciembre del 2011.
Siete días después, Figueroa fue asesinada de 15 puñaladas en la casa de su suegra, frente a su hijo de 3 años.
Este femicidio generó gran conmoción social debido al estado de desprotección en el que se hallaba la víctima y por la polémica figura penal del "avenimiento" empleada para lograr la libertad del agresor, que fue derogada por el Congreso Nacional.
Jueces del avenimiento
Tras la denuncia presentada por todos los diputados, comenzó el Jury de enjuiciamiento que decidió suspender en sus funciones al juez Carlos Antonio Flores hasta tanto se resuelvan las acusaciones por mal desempeño.
Flores no fue el único juez del TIP (Tribunal de Impugnación Penal) denunciado por su actuación en el caso Carla Figueroa. Otro magistrado, Gustavo Adolfo Jensen, también fue denunciado en diciembre por todos los diputados provinciales por su desempeño en la causa. Sin embargo, este otro juez, luego de esa presentación en su contra, pidió el retiro anticipado del Poder Judicial, situación que fue aceptada por el gobernador Oscar Jorge.
De ese modo, Jensen evitó el Jury y, de ese modo, se aseguró el cobro de una jubilación como ex magistrado. Flores, en cambio, prefirió enfrentar el Jury y, con eso, la posibilidad de su destitución y la consabida pérdida de los derechos previsionales.
La acusación para ambos fue por mal desempeño de sus funciones al otorgar la figura del avenimiento, un perdón que solicita la víctima a favor de quien había sido condenado. Carla había denunciado a Tomaselli, por violación, luego pidió casarse con él cuando estaba detenido, y posteriormente solicitó que quedara en libertad, ya que pretendía formar una familia junto al pequeño hijo de ambos.
Ante esa situación, tanto Flores como Jensen aprobaron el avenimiento, mientras que Pablo Balaguer, el otro juez del TIP, votó en contra de la iniciativa. Apenas días después de su liberación, Tomaselli asesinó a Carla de 15 puñaladas delante del hijo de ambos.
La desprotección de la victima
Las víctimas suelen permitir el abuso principalmente porque desconocen otras formas saludables de relacionarse con los demás. A su vez, las víctimas de abuso emocional suelen sentirse incapaces de poner límites o de hacerse cargo de su vida. Suelen ser dependientes afectiva, emocional o económicamente, y no tienen un criterio certero o realista que les permita ver con claridad y objetividad qué es correcto y que no lo es. No obstante, las víctimas no son personas débiles, sino que sus fortalezas han sido debilitadas por el abuso emocional.
Carla Figueroa –muerta por Marcelo Tomaselli, su esposo, su violador y su asesino –, a su vez, sufrió la muerte de su madre a manos del padre cuando ella tenía 8 meses.
La historia se repite como una conducta aprendida. El hijo de carla, vio y escucho como su padre asesinaban a su madre, otro niño victima de una escena violenta aprendida.
La conducta victimal es un costado al que se hace poca alusión, pero es de fundamental importancia para que sea considerada por la Justicia. En todos los hechos o desgracias de violencia familiar estamos viendo los innumerables avisos. Muchos de ellos son muertes anunciadas. Las personas envueltas en situaciones violentas son portadoras de conductas victimales, en una sociedad donde la violencia queda legitimada.
La ley, las medidas precautorias, la prevención, las exclusiones del hogar son necesarias. Es decir que actúen la normativa, la Justicia, la ley y la Policía. Pero con esto no alcanza. Sí la victima no es atendida como tal, la conducta aprendida se repite como el abecedario. Sí el victimario no es atendido, la conducta aprendida vuelve a reaparecer con la misma o con una nueva victima.
La violencia es aprendida, de la misma forma que aprendemos las costumbres, las formas y maneras de relacionarnos.
La Oficina de Violencia Doméstica (www.csjn.gov.ar/docus/documentos/verdoc.jsp) de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, informó que en Mayo del 2010 hubo 530 casos denunciados, mientras que en el mismo mes pero en los años 2011 hubo 712, y en mayo del 2012 se registraron 833 casos. Es importante no olvidar que son pocas las personas que se animan denunciar la situación de violencia que atraviesan.
El informe reveló que el %78 de las personas afectadas son mujeres y el 80 por ciento de los denunciados son hombres. Donde el % 38 son ex parejas, el 21 concubinos y 20, maridos.
Reflexiones
La condena a perpetua es una razón de festejo, la derogación del avenimiento también, el problema es que el costo sigue siendo muy alto: el femicidio. El poder judicial llega tarde, y sus jueces se escabullen para evitar su enjuiciamiento. Aún no se logran llevar adelante procesos de contención de la victima. No se comprende que la violencia es una conducta aprendida y enseñada. Donde la relación de poder desigual es el motor que permite que los engranajes de la repetición funcionen. El hijo que vio como su padre mato a su madre, es el nieto que nunca conoció a su abuela porque su abuelo la mato. Y la justicia no llegó a tiempo.
Paula Inchaurraga (Periodista)
El juicio
Marcelo Tomaselli, el hombre acusado de haber asesinado a puñaladas a su esposa cuando salió de prisión luego de que ella lo perdonara por violarla, fue condenado hoy a prisión perpetua por homicidio agravado por el vínculo por la Justicia de General Pico, La Pampa.
El tribunal de audiencia de General Pico falló en favor de lo requerido por el fiscal del juicio, Alejandro Gilardenghi, y rechazó el pedido de la defensa de Tomaselli (26), quien alegó que el crimen de Carla Figueroa (22) lo había cometido en estado de "emoción violenta".
Los jueces Florentino Rubio, Fabricio Losi y Juan Alberto Abraham consideraron a Tomaselli autor de homicidio calificado por el vínculo y le aplicaron la pena máxima prevista en el Código Penal: prisión perpetua.
Por su parte el fiscal del caso, Gilardenghi, se manifestó "conforme" con el fallo, ya que el tribunal dio crédito a la posición del ministerio público.
"Este es un caso que seguramente va a sentar precedente en las cuestiones que tienen que ver con las perspectivas de género y que han motivado incluso la derogación de una figura como la del avenimiento", expresó el fiscal, quien consideró además que el crimen de Figueroa va a marcar "un antes y un después" para la Justicia.
El asesinato de carla fue cometido el 10 de diciembre de 2011 en la casa de la madre de Tomaselli y frente al hijo de 3 años de la pareja.
Antes de las puñaladas
Es importante remarcar, que el caso se había iniciado meses antes, en abril del 2011, cuando Tomaselli pasó a buscar a su pareja por su trabajo con la excusa de conversar e intentar recuperar la relación entre ambos, que había finalizado, oportunidad en la que la llevó hasta un descampado y la violó.
La mujer lo denunció y él fue detenido, y mientras estuvo preso la victima lo visitó a diario en la prisión, le llevó ropa limpia y alimentos.
El 2 de diciembre de 2011 la victima se casó cuando Tomaselli aún estaba preso y, poco después, él fue liberado en base a la figura penal del "avenimiento", ya que argumentó que su esposa lo había perdonado y quería volver a vivir con él.
Los jueces Carlos Flores y Adolfo Jensen -con el disenso del magistrado Pablo Balaguer- hicieron lugar al planteo y Tomaselli quedó en libertad el 4 de diciembre del 2011.
Siete días después, Figueroa fue asesinada de 15 puñaladas en la casa de su suegra, frente a su hijo de 3 años.
Este femicidio generó gran conmoción social debido al estado de desprotección en el que se hallaba la víctima y por la polémica figura penal del "avenimiento" empleada para lograr la libertad del agresor, que fue derogada por el Congreso Nacional.
Jueces del avenimiento
Tras la denuncia presentada por todos los diputados, comenzó el Jury de enjuiciamiento que decidió suspender en sus funciones al juez Carlos Antonio Flores hasta tanto se resuelvan las acusaciones por mal desempeño.
Flores no fue el único juez del TIP (Tribunal de Impugnación Penal) denunciado por su actuación en el caso Carla Figueroa. Otro magistrado, Gustavo Adolfo Jensen, también fue denunciado en diciembre por todos los diputados provinciales por su desempeño en la causa. Sin embargo, este otro juez, luego de esa presentación en su contra, pidió el retiro anticipado del Poder Judicial, situación que fue aceptada por el gobernador Oscar Jorge.
De ese modo, Jensen evitó el Jury y, de ese modo, se aseguró el cobro de una jubilación como ex magistrado. Flores, en cambio, prefirió enfrentar el Jury y, con eso, la posibilidad de su destitución y la consabida pérdida de los derechos previsionales.
La acusación para ambos fue por mal desempeño de sus funciones al otorgar la figura del avenimiento, un perdón que solicita la víctima a favor de quien había sido condenado. Carla había denunciado a Tomaselli, por violación, luego pidió casarse con él cuando estaba detenido, y posteriormente solicitó que quedara en libertad, ya que pretendía formar una familia junto al pequeño hijo de ambos.
Ante esa situación, tanto Flores como Jensen aprobaron el avenimiento, mientras que Pablo Balaguer, el otro juez del TIP, votó en contra de la iniciativa. Apenas días después de su liberación, Tomaselli asesinó a Carla de 15 puñaladas delante del hijo de ambos.
La desprotección de la victima
Las víctimas suelen permitir el abuso principalmente porque desconocen otras formas saludables de relacionarse con los demás. A su vez, las víctimas de abuso emocional suelen sentirse incapaces de poner límites o de hacerse cargo de su vida. Suelen ser dependientes afectiva, emocional o económicamente, y no tienen un criterio certero o realista que les permita ver con claridad y objetividad qué es correcto y que no lo es. No obstante, las víctimas no son personas débiles, sino que sus fortalezas han sido debilitadas por el abuso emocional.
Carla Figueroa –muerta por Marcelo Tomaselli, su esposo, su violador y su asesino –, a su vez, sufrió la muerte de su madre a manos del padre cuando ella tenía 8 meses.
La historia se repite como una conducta aprendida. El hijo de carla, vio y escucho como su padre asesinaban a su madre, otro niño victima de una escena violenta aprendida.
La conducta victimal es un costado al que se hace poca alusión, pero es de fundamental importancia para que sea considerada por la Justicia. En todos los hechos o desgracias de violencia familiar estamos viendo los innumerables avisos. Muchos de ellos son muertes anunciadas. Las personas envueltas en situaciones violentas son portadoras de conductas victimales, en una sociedad donde la violencia queda legitimada.
La ley, las medidas precautorias, la prevención, las exclusiones del hogar son necesarias. Es decir que actúen la normativa, la Justicia, la ley y la Policía. Pero con esto no alcanza. Sí la victima no es atendida como tal, la conducta aprendida se repite como el abecedario. Sí el victimario no es atendido, la conducta aprendida vuelve a reaparecer con la misma o con una nueva victima.
La violencia es aprendida, de la misma forma que aprendemos las costumbres, las formas y maneras de relacionarnos.
La Oficina de Violencia Doméstica (www.csjn.gov.ar/docus/documentos/verdoc.jsp) de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, informó que en Mayo del 2010 hubo 530 casos denunciados, mientras que en el mismo mes pero en los años 2011 hubo 712, y en mayo del 2012 se registraron 833 casos. Es importante no olvidar que son pocas las personas que se animan denunciar la situación de violencia que atraviesan.
El informe reveló que el %78 de las personas afectadas son mujeres y el 80 por ciento de los denunciados son hombres. Donde el % 38 son ex parejas, el 21 concubinos y 20, maridos.
Reflexiones
La condena a perpetua es una razón de festejo, la derogación del avenimiento también, el problema es que el costo sigue siendo muy alto: el femicidio. El poder judicial llega tarde, y sus jueces se escabullen para evitar su enjuiciamiento. Aún no se logran llevar adelante procesos de contención de la victima. No se comprende que la violencia es una conducta aprendida y enseñada. Donde la relación de poder desigual es el motor que permite que los engranajes de la repetición funcionen. El hijo que vio como su padre mato a su madre, es el nieto que nunca conoció a su abuela porque su abuelo la mato. Y la justicia no llegó a tiempo.
Paula Inchaurraga (Periodista)
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