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jueves, 2 de septiembre de 2010

Por qué Entre Eva y Lilith

Muy poca gente conoce la historia de Lilith. Una historia que pese a ser oscura, hermética y opaca por la perversión y peligrosidad de su leyenda, nos explica que Lilith fue la primera mujer y no Eva.


Lilith fue la primera mujer de Adán que, habiendo sido creada como su igual, surgida del polvo, no quiso someterse a su voluntad y se separó de él.

Una mujer valiente, decidida e independiente que puede representar perfectamente un momento original de creatividad que después nos ha sido negada o ha sido contemplada en negativo.

La primera mujer de la faz de la tierra, igual al hombre y libre de espíritu. Amén, que quiere decir, así sea.



(Extracto de la conferencia “Herederas de Eva pero también descendientes de Lilith”. Dra. Laura Borrás Castanyer)



Relato: Eva y Lilith, las huellas de una lucha

Lilith representa la rebeldía, la contestación, el cuestionamiento y la autodeterminación. Eva representa la subordinación, la sumisión y la insidia.

Lilith consideró ofensiva la postura acostada en la relación sexual y cuestionó el rol nominador de Adán. Allí comienza su derrotero simbólico, cargado de contradicciones y demonizaciones.

Los mitos tienen el poder estructurador de un orden político, social y religioso. Por eso los primeros intérpretes rabínicos escogieron una Eva que está bajo el control del hombre y se estableció la supremacía masculina a partir de ocultar el origen divino de Eva, la figura donde se esconde la creadora Diosa Madre y las diosas ante cuyas imágenes ofrecían libaciones y solían inclinarse los antiguos.

Con el faraón Akenatón nació dios, eterno, absoluto y omnipotente.

En una cultura patriarcal es necesario que se adore a un dios masculino victorioso, legitimación religiosa de un orden sociopolítico. La historia de Eva marca el advenimiento de Jehová que tomó el lugar de la Madre de Todo lo Viviente y así, esta primera mujer heredará la ambivalencia hacia la diosa destronada y el rechazo de lo femenino como entidad sagrada.

Lilith, como primera mujer -creados mujer y hombre de la misma arcilla- fue erradicada del relato bíblico pero en toda escena del crimen se dejan huellas. Su vuelta reivindicada y la resignificación de Eva, marcan un camino de retorno a lo más cercano que conocemos de paraíso, sin promesas de inmortalidad, en el ejercicio de la igualdad.

Extraído de: Dalmiro M. Bustos: “El retorno de Lilith”, Pagina12 contratapa, 11/07/03

Y de Tubert Silvia: “EL discurso social de la maternidad”, en Mujeres sin Sombra. Maternidad y Tecnología. Ed Siglo XXI.

Lilith, como primera mujer -creados mujer y hombre de la misma arcilla- fue erradicada del relato bíblico… pero en toda escena del crimen se dejan huellas. Su vuelta reivindicada y la resignificación de Eva, marcan un camino de retorno a lo más cercano que conocemos de paraíso, sin promesas de inmortalidad, en el ejercicio de la igualdad.

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